lunes, 30 de marzo de 2009

Siesta

El despertar más hermoso que una de mis siestas haya presenciado.
Que estés acá.
Y yo acá.
Y los dos.



Te fuiste.

Uno.


¿Empezó el otoño, ya?
Sí.
Pero dormido aún.

lunes, 23 de marzo de 2009

Entre teléfono y The Oscar Peterson Trío

Entre teléfono y The Oscar Peterson Trio, ando odiando desconsideraciones.
Así comí dos puteadas.

Una por mi madre.
Otra por mí. (O por él y la conversación telefónica)
Me jodí.

Hay, definitivamente, algo mágico en estos días. Quisiera descubrir ahora si debo atribuir esa magia a mi siesta de sahumerio, a Miles Davis y a Peterson, a mi lápiz o al estar sola. Sin atadura alguna.

Me molestan tantas cosas hoy.
Podría describir hasta cómo fui durmiéndome sumida en humo fino. Buscándole la vuelta al olor a Tilo.
O cómo me costaron los ejercicios en la barra...

Y las páginas del libro amarillo están ahí, duermen desarmadas todavía en mi cama.
Es que aún no me animo a despertarlas...

viernes, 20 de marzo de 2009

Lares oscuros, lares claros.

Desde ya y en adelante busco comodidad. La sensación de estar de más es, de por sí, incómoda. La de no tener a quien recurrir en caso de querer conversar, o simplemente reír de las mismas cosas, me molesta.

Me molesta quizás porque no quiero estar sola. Pero quiero. Me encanta mi espacio. El punto es que, al verse mi espacio invadido, me voy (como casi todo ser) a otros lugares. Algunos son increíblemente inútiles, ya que al instante necesito otra vez compañía.
Otros tranquilos.



En realidad, me gusta pensar que todos los días me levanto en el mismo lugar, y que todos los días me levanto en un lugar distinto.


Lar
es oscuros, lares claros.


sábado, 7 de marzo de 2009

Lo relativo (relevante) respira en rostros. Ricos y resguardados rencores. Risas y roces; rosas.
Rayos, rojos ríos relatan rastros reencontrados. Rastrillos barren horrores.

Rostro.
Roce...
reencuentro.




¡Mierda! Qué feo es despertar, a veces.



domingo, 1 de marzo de 2009

Aproximaciones

Con Aproximaciones se mezclaron muchas cosas, un ensamble de colores e hilos plateados. Con Aproximaciones ensucié mi escritorio y mis pinceles. Junto a ella escuché música. Y junté más bosque y mar.
Aproximaciones es, en fin, una pintura secándose en mi habitación. Dudo que sea una más.